NAUFRAGIOS Y ESPARTANOS

 Esto es un cuento y va de miedos; cualquier parecido con la realidad es puritita coincidencia. :-)

Ante las subidas de la prima de riesgo, la Comandancia Económica Europea (C.E.E) se empieza a mosquear con España y le pregunta al Capitán Zapatero.

- ¿Va todo bien?- inquiere la Comandante Merkel
- Solo un problema técnico…no pasa nada –responde Zapatero, intentando ocultar los problemas estructurales de nuestro país.

El truco funciona. Nadie viene a investigar y España se sigue hundiendo…Cuando el agua nos llega al cuello, la C.E.E. sospecha que a España la han abandonado.

- Capitán Zapatero, ¿está usted está a bordo? - pregunta la Comandanta.
- No, no, no estoy a bordo porque la nave se está hundiéndose por la popa. La hemos abandonado.
- Pero… ¡cómo qué ha abandonado la nave!

- No, no, no la he abandonado… es que…es que me caí por borda y casualmente había una lancha salvavidas debajo. Eso...eso pasó. Estoy en tierra y a salvo...¡pero estoy aprovechando para coordinar desde aquí la ayuda y el rescate!
- ¿Qué está coordinando ahí...? ¡Por Dios, vaya a bordo de inmediato y coordine el socorro desde allí, desde el barco!

Zapatero balbucea, la Comandante Merkel insiste, visiblemente enfadada:

- Escuche, Zapatero, hay personas atrapadas a bordo. Hay muertos…
- ¿Muertos?.. ¿Cuántos?
- ¡Por Dios! ¡Ese dato me lo tiene que dar usted a mí, no yo a usted! Vaya con su lancha por debajo de la proa de la nave, por el lado derecho. Súbase a bordo y me dice cuántas personas están allí. ¿Está claro? Le advierto que estoy grabando esta conversación, capitán Zapatero.
- Pero... pero Comandanta… ¿se da usted cuenta que está oscuro y no se ve nada?
- ¿Qué está oscuro…? ¿Qué quiere? ¿Volver a su casa, Zapatero? ¿Está oscuro y quiere volver a su casa con mamaíta, capitán? Suba a proa, ¡leches!, por la escalera, ahora mismo, y me cuenta qué se puede hacer, cuántas personas hay y qué necesitan. ¡Hágalo! ¡Ahora! …Capitán, es una orden,  en estos momentos en su barco mando yo. ¡Vuelva al barco, suba a bordo… de inmediato! - se desgañita la Merkel.

Sin embargo, Zapatero jamás volvió a subir a bordo, pues Zapatero tuvo miedo.

¿Sabéis cómo se combate el miedo?
El miedo se combate con más miedo.

Los lobos en manada se atreven a atacar al león. La manada está fuertemente jerarquizada, dentro de ella cada lobo teme a su superior y despeja el miedo de los inferiores. Debido a que el miedo que siente un lobo ante un congénere dominante es mayor que el miedo que siente ante un león, la manada ataca.

Para los espartanos el miedo a la muerte era inferior al miedo que sentían al deshonor, a ser apartados del clan, a ser excluídos de la manada. Por eso los espartanos eran guerreros con tanto arrojo.

Una madre protege a su hijo por miedo a perderlo. El miedo es consustancial al hombre y, por tanto, debemos aprender a convivir con él y a vencerlo.

El capitán Zapatero de nuestro cuento no encontró dentro de sí un miedo mayor al miedo a la muerte o al agua oscura y profunda. Y por eso no volvió al barco. Sin embargo, ese miedo mayor sí existe: El miedo a que la posteridad te tache cómo el peor gobernante que ha tenido España desde el Rey Felón.

Para acabar y dejando la política y volviendo a los miedos: ¿Os habeis fijado que una forma de vencer  el miedo es proclamar y creer que el alma no se extingue con el cuerpo?