Cuánto triste y pesarosa
es
la vida del que lleva
el
engaño por fachada,
la
mentira en bandolera.
Siempre
pensando en casar
embustes
y falsedades,
ganando
complicaciones,
perdiendo
las amistades.
El Feisbuk es patético y sobre el Linkedín tengo que decir que nunca en la vida hubiera imaginado yo tener tantos directores generales en mi lista de contactos...
;-)
La explicación es sencilla: El Linkedín lo rellenan las abuelas; el Feisbuk, el enemigo.
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